En seminario de INFOR, destacó que una mejor legislación e institucionalizad con visión de largo plazo, puede ayudar a bajar niveles de degradación del bosque nativo en Chile.
Una destacada participación tuvo la Agrupación de Ingenieros Forestales por el Bosque Nativo (AIFBN) en el Seminario “La Degradación del Bosque Nativo en Chile: un desafío país”, organizado por el Instituto Forestal (INFOR) y cuyo propósito fue relevar a nivel nacional la problemática de la degradación de este recurso renovable entre actores del Estado y la comunidad forestal.
En la jornada, que se llevó a cabo en el edificio de la sede de Santiago del Congreso, el director honorario de la AIFBN, Luis Astorga, destacó que para el manejo sustentable del bosque nativo y detener su degradación es necesaria la modificación de la Ley del Bosque Nativo con la participación de los actores locales. En este marco, Astorga mostró resultados de informes de evaluación de este cuerpo legal, resaltando que hoy bonifica pocas actividades con visión de corto plazo, con baja participación usuarios y bajo impacto sobre el bosque nativo, con un sistema de financiamiento y pago lento y burocrático.
Explicó los conceptos de deforestación y degradación, puntualizando que este último es un cambio en la estructura de los bosques nativos, con la disminución de su diversidad biológica, productividad y funciones, reduciendo su capacidad de proveer bienes y servicios. Argumentó que la degradación trae consigo pérdida de valor económico, ambiental y social, factores que influyen en el desarrollo local.
Astorga profundizó, además, en torno en las causas directas de este fenómeno como las cortas selectivas (floreo, leña), la ganadería, incendios forestales y la invasión de especies exóticas, y otras como las políticas inadecuadas junto a debilidades institucionales, falta de recursos financieros y factores culturales, demográficos y tecnológicos.
Por ello, además de la modificación de la Ley de Bosque Nativo, el representante de la AIFBN puntualizó que debiera existir una sola ley de fomento forestal, donde “los recursos forestales vistos como un todo adaptada a la realidad de los propietarios y sus problemas, y no al revés”, subrayando la necesidad de contar con una institucionalidad fortalecida, ya que el apoyo para la sustentabilidad de los sistemas productivos es del Estado, mediante una labor planificada y realizada, idealmente, por una sola institución.