Publicado el 22 de octubre de 2019
Para la Agrupación de Ingenieros Forestales por el Bosque Nativo (AIFBN) es difícil estar indiferente a la situación que en estos momentos está ocurriendo en Chile, pues estamos presenciando una de las manifestaciones sociales más impactantes en la historia de nuestro país. Esto no surge producto de una razón en particular sino de muchas, donde la paciencia del pueblo chileno se ha agotado ante la evidente desigualdad sustentada por el modelo económico promovido en dictadura y validado por la actual Constitución, instrumento que ningún gobierno ha sido capaz de modificar desde la vuelta a la democracia o pseudo-democracia como algunos(as) llaman.
Tanto en el sector urbano como el rural, diariamente son miles de familias que se solventan bajo una economía de subsistencia, donde se prioriza los recursos en relación a quién es el que come, quién es el que tiene abrigo, quién es el que estudia o quién está más grave para acceder a la salud, simplemente porque para todos(as) no alcanza. Esto contrasta fuertemente con la realidad de los más ricos del país, que están lejos de pasar por situaciones como las mencionadas y rara vez se ven perjudicados. Gracias a que financian campañas políticas, estos cuentan con interesantes beneficios otorgados por parte del Estado, como facilidades para reducir impuestos y la aplicación de una justicia diferencial, que cuando se cae en un ilícito como colusión o evasión de impuestos, esta se traduce en una dulce reprimenda por parte de las autoridades (curiosamente como errores y no delitos) donde el gran castigo es asistir a clases de ética, y se suma la contribución de la prensa a la desinformación o desvío de atención hacia lo no relevante.
En este sentido, hacemos un llamado a las autoridades de turno a escuchar las demandas del pueblo contemplando las necesidades desde una perspectiva sectorial y no centralista como se ha replicado desde tiempos de La Colonia. El pueblo chileno grita y se manifiesta en la calle exigiendo cambios drásticos y coherentes con la realidad socioeconómica y climática que enfrentamos, porque entiende que el actual modelo económico debe caer y la caída de la Constitución redactada antidemocráticamente en dictadura es el paso fundamental que debemos dar como país. La mejora de las pensiones, la salud, la educación, las condiciones laborales, acceso a la vivienda, la industria, protección de los recursos y el patrimonio natural no será una utopía si cae la ilegítima Constitución. Por ende, contemplando el suceso histórico que estamos viviendo, hacemos un llamado a los(as) parlamentarios(as) a que no EVADAN su deber, que actúen con convicción y apunten a lograr esta histórica demanda para recuperar la dignidad del pueblo chileno, pues el Estado tiene la obligación de garantizar la seguridad de sus habitantes y no la de los grandes empresarios e inversionistas que tanto daño han hecho a los territorios y su gente.
Por todo esto se requiere con urgencia establecer un NUEVO PACTO SOCIAL, PERO SIN EXCUSIONES, ya que el pacto anterior ha mostrado su fracaso al ser concebido a puertas cerradas y sólo entre los interesados en mantener el modelo instalado por la dictadura. Exigimos implementar una convocatoria de cabildos de diálogo social autoconvocados, en todas las regiones de nuestro país, un cambio del gabinete inmediato, por representantes gubernamentales que respondan a la voz de la ciudadanía en un marco de respeto, sin declaraciones poco oportunas e irresponsables y la penalización de los grandes y reales evasores de este país.
Directorio AIFBN