Otra lamentable pérdida. Su trabajo sobre la economía descalza nos alumbró a muchos en los períodos más oscuros de nuestro Chile…y nos sirvió de faro en ese trance, transmitiéndonos la esperanzadora noticia que también existía otra economía, una economía con rostro humano, cuyo fin era aumentar los niveles de felicidad antes que el solo crecimiento, como lo preconizaban los economistas de Chicago y sus discípulos chilenos que, en esos mismos años, pulverizaban el Estado y los derechos de los trabajadores, transformándolos en negocios, al mismo tiempo que privatizaban la salud las pensiones y la educación y avanzaban a privatizar los Bienes Comunes. En ese contexto las palabras y textos de Manfred Max-Neef fueron iluminadores ya que, además, miraba a la Naturaleza no como una mera bodega de insumos sino una parte relevante de la trama de la vida.
Hoy con mayor razón debemos releer sus libros y recordar sus palabras para mirar el futuro con la esperanza de fundar una nueva utopía. Tal como es lo que pretendemos al cuestionar el actual modelo forestal e intentar construir otro modelo, pero con rostro humano sabiendo siempre que detrás de los árboles y el bosque están las personas, aquellas a las que justamente Manfred Max-Neef dedicó parte importante de su vida. Nosotros somos un testimonio de hombres y mujeres que hace rato emprendieron su camino a ser nuevamente polvo de estrellas. Descansa en paz Manfred Max-Neef.