El actual modelo forestal instaurado desde comienzos de la dictadura, cuyas externalidades negativas en el ámbito social y del medio ambiente vienen generando estragos en el sector forestal, ya no da para más. Es por ello que la Agrupación de Ingenieros Forestales por el Bosque Nativo (AIFBN) hacen aquí una propuesta para un nuevo modelo que permita enfrentar la pérdida de biodiversidad, el avance de la desertificación y los desafíos que nos presenta el cambio climático, bajo una racionalidad centrada en los habitantes, los territorios y el ecosistema.

La Agrupación de Ingenieros Forestales por el Bosque Nativo (AIFBN), con mucha convicción y sólidos argumentos, plantea que el debate en torno al cambio de paradigma del sector forestal es urgente y necesario frente a desafíos complejos, como la adaptación y mitigación del cambio climático, la preservación del medio ambiente y el avance de la desertificación.

Fe de erratas: por un error involuntario, el nombre de Jaime López González, socio de nuestra organización, Ingeniero Forestal de la Universidad de Chile y con amplia trayectoria en temas de dendroenergía, no aparece mencionado en la lista de autores, pese a su importante contribución en esta publicación. Pedimos las disculpas del caso y hacemos de amplio conocimiento que él también es autor de este texto.

Testimonio de un lector:

«Hola, me llamo Mauricio y les escribo porque me gustaría transmitirles mi percepción acerca de las altas temperaturas en la región de la Araucanía. Vivo con Carolina y nuestros hijos en Angol, desde septiembre del año pasado. El verano del año 2021 sentimos por primera vez el calor que provocan 36°. Eso fue durante algunos días de enero y febrero.  Buscamos la sombra y dentro de lo posible bajar al río, y dentro de todas las tareas cotidianas, fue quedando solamente en una sensación de pregunta, de no saber que podía haber una zona más calurosa que la central (Santiago). Una vez que disminuyó el calor, desde abril en adelante, siempre mantuve la interrogante respecto del verano actual. 

Este verano me ha tocado trabajar en Los Angeles y Mulchén, Justo en jornadas con extremo calor, una vez  37° en los Angeles y otra 39° en Mulchén. Bajo mi percepción es insostenible esa sensación. Es parecido al calor que provoca un horno de cocina funcionando. Si voy solo, no uso el aire acondicionado del auto. Siento que así me doy cuenta dónde estoy parado y qué es lo que está pasando. También hemos puesto atención con mi mujer, que cada vez que hay un día con esa temperatura, al día siguiente hay una baja notoria en el clima, llegando a 26° o 28° como máxima. Una delicia, un regalo. Cada vez que aparecen las nubes y baja la temperatura, hago un rezo interno de agradecimiento. 

Con un grado de desesperación, busqué información por internet en algún libro y encontré «Chile necesita un nuevo modelo forestal». Inmediatamente se van aclarando las dudas y creo que en esta zona se debe percibir la más alta sensación de calor en Chile».

Mauricio Rojas
Angol

 

Ficha Técnica

ISBN: 978-956-00-1239-5
Nº de Páginas: 154
Formato: 17 x 24 cm
Peso: 238 gramos
Año de publicación: 2020
 

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Chile necesita un Nuevo Modelo Forestal. Ante los desafíos climáticos, sociales y ambientales

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