ONG argentina llegó a Chiloé a conocer experiencia del «Caso Brinzal»

La Organización Ecologista «Guardianes del Iberá”, visitó la Isla Grande de Chiloé.

Con el propósito de informarse del «Caso Brinzal», la Organización Ecologista «Guardianes del Iberá”, proveniente de la Provincia de Corrientes en el Nordeste de Argentina, realizó una jornada en terreno de dos días a la Provincia de Chiloé.

La delegación se reunió a mediados de agosto con algunas de las organizaciones que estuvieron liderando esta denuncia, entre ellas la Asociación de Consumidores de Chiloé, el Centro de Estudio y Conservación del Patrimonio Natural, la Fundación Senda Darwin, la Red de Cultura de Chiloé y la Agrupación de Ingenieros Forestales por el Bosque Nativo (AIFBN), para conocer en profundidad el historial de tala de bosque nativo y reemplazo eucaliptus efectuada por la Agrícola El Brinzal, propiedad de la Universidad de Harvard, que vulneró el plan de manejo original que exigía la reforestación con especies autóctonas, situación que fue denunciada ante la justicia.

Además participaron de un recorrido de las localidades donde la empresa denunciada ha realizado sus labores, instancia en la cual pudieron conversar directamente con dirigentes de las comunidades afectadas.

El representante de la ONG trasandina, Emilio Spataro, calificó como relevante la experiencia en terreno ya que pudieron comprender cual es la visión y estrategia que desarrollan las empresas de la Harvard Management Company (HMC) en el sector forestal. Explicó que la HCM es dueña de 86 mil hectáreas en la provincia de Corrientes (Nordeste de Argentina), las cuales dedica al monocultivo forestal. “La magnitud y escala de su intervención y la zona donde los realiza -los humedales del Iberá-, han despertado quejas y conflictos de campesinos y organizaciones socio ambientales como la nuestra”, dijo.

Por su parte, Javier Sanzana, de la AIFBN, junto con subrayar la relevancia de la visita, explicó que se reunieron algunas de las organizaciones locales que hicieron público el caso, con el objeto de intercambiar experiencias en cómo se abordó el hecho y qué resultados se obtuvieron.

“Realizamos un recorrido por algunas de las localidades donde Brinzal tiene sus predios, logrando reunirnos con algunos dirigentes y campesinos. Se trató de una positiva oportunidad para retomar algunas conversaciones con las organizaciones que llevamos este tema y las mismas comunidades afectadas. Además, fue interesante enterarnos que desde otro país ven el proceso del Caso Brinzal como exitoso, ya que la empresa no ha continuado con sus labores producto de las acciones de monitoreo y denuncia realizadas”, explicó Sanzana.

En este sentido, Spataro, destacó que por la permanente articulación e intercambio de opiniones que sostienen  con miembros de la comunidad académica de Harvard, tenían una visión general de cómo estas inversiones globales pueden desarrollar con casi nulo control de parte de los miembros de la comunidad. “Pero no es lo mismo corroborar in situ, cómo se aplica una política global desde un fondo de inversión tan importante como el de Harvard. Es increíble que la estrategia de plantación sobre humedales sea idéntica en Corrientes y en Chiloé. Las similitudes no son casuales. Obedecen a una visión de la intervención sobre el ambiente”, aseveró el representante de la ONG transandina.

“En este breve e intenso viaje aprendimos muchísimo sobre la experiencia de Chiloé, donde han combinado el cuestionamiento técnico minucioso con la participación directa de quienes se sentían afectados en sus producción familiares y la valorización social de la ciudadanía urbana sobre su ambiente y cultura. La participación de organizaciones civiles técnicas como la AIFBN, culturales, ambientalistas, de organizaciones de consumidores y campesinos, demuestra una multiplicidad de actores preocupados por sus bosques y su agua sumamente valorable. La actitud asumida por la CONAF y la actuación de la justicia son dignas de destacar”, evaluó.

“Chiloé ha demostrado tener organizaciones civiles activas y creativas, capaces de trabajar y aunar esfuerzos en la diversidad. Pudimos vivenciar una cultura local rica y viva, pero también cruzada por los procesos de la globalización. Una mayor conciencia sobre el agua y el rol de los monocultivos en la degradación ambiental parecen ser el saldo positivo más claro en el conflicto con Brinzal”, agregó.

Cabe recordar que el 2013, la empresa Agrícola El Brinzal fue denunciada por tala ilegal de bosque nativo comprometiendo especies de alto valor ecológico y en distintos estados de desarrollo, tales como, coihue, ulmo, canelo, tineo, entre otros; y la posterior sustitución por plantaciones de eucaliptus, hecho considerado grave por organizaciones locales debido a los impactos que tienen este tipo de monocultivos sobre un ecosistema tan frágil como el chilote. La empresa debió cumplir un fallo de la Corte Suprema, en el que se condenó a reforestar solo con especies nativas en predios ubicados en el sector de Aguas Buenas en la comuna de Ancud.

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