Opinión: Una ruta escénica en el Parque Nacional Alerce Costero: avance al desarrollo sustentable

La propuesta de abrir la ruta T-720, que atraviesa el Parque Nacional Alerce Costero, ha generado un intenso debate entre quienes defienden la conectividad y el desarrollo regional, y quienes advierten sobre los riesgos para la biodiversidad. En este contexto, Pablo Donoso, a nombre de la Agrupación de Ingenieros Forestales por el Bosque Nativo, aboga por un camino diseñado para el turismo y el transporte menor, que pueda potenciar la economía local sin comprometer la integridad de este valioso ecosistema.

La Agrupación de Ingenieros Forestales por el Bosque Nativo (AIFBN) es una Organización No Gubernamental (ONG) sin fines de lucro creada en 1993 por un grupo de ingenieros forestales liderados por el profesor Claudio Donoso Zegers (Q.E.P.D). Su misión es promover el desarrollo forestal sustentable con énfasis en el bosque nativo y la distribución equitativa de los beneficios de este recurso a toda la sociedad. El desarrollo forestal sustentable implica encontrar un equilibrio entre los ámbitos ambiental, social y económico.

Dicho esto, es un deber para la AIFBN pronunciarse en torno a la polémica que ha generado el estudio prospectivo de vegetación y suelos en rutas T-720 y T-64, encargado de INFOR por los integrantes de la mesa técnica (delegado presidencial, alcaldes y seremis), y con esto, un posible nuevo intento por retomar la discusión en torno al camino interior del PNAC (ruta T-720), que une las ciudades de La Unión y Corral en la Región de Los Ríos, y que en una distancia aproximada de 10 km cruza el Parque Nacional Alerce Costero.

El debate hasta el momento ha tenido principalmente a dos protagonistas: el Estado de Chile a través de diferentes ministerios con posiciones diversas, así como las municipalidades de La Unión y Corral que apoyan esta iniciativa; y un grupo de científicos que han liderado la oposición.

La posición a favor plantea la importancia de generar esta conectividad como un anhelo histórico de ambas comunas. La posición en contra señala que esta ruta pone en riesgo la conservación de la especie alerce (Fitzroya cuppressoides). Como AIFBN creemos que la pregunta que debemos hacernos en torno a esta situación es cómo fortalecer la conservación de los ecosistemas dominados por alerce, sin descuidar lo económico y social.

Un escenario sin camino implica que el sector por donde pasaría este queda fuera del alcance de la mayoría de la población. Es decir, ese escenario no potencia la actividad económica ni el turismo, la educación y recreación de las personas. Un escenario con camino genera acceso al sector, y con ello riesgos de mal uso como posibles talas ilegales, erosión o amenazas a la fauna silvestre. Es decir, ese escenario podría destruir el pilar fundamental del desarrollo sustentable, que es el medioambiente. Sin embargo, los riesgos asociados a este segundo escenario tienen mucho que ver con el tipo de camino y con el nivel de infraestructura y personal que exista en ese sector del Parque para cuidarlo y promover su buen uso y disfrute.

Para empezar a resolver esta situación hay que dejar claro que un camino en este caso debe ser diseñado para fines turísticos y de transporte vehicular y de carga menor, y dejar fuera de toda posibilidad que sea usado con fines industriales, específicamente en torno al gran temor de que pueda ser usado para transportar madera en camiones con carro y alto tonelaje de carga.

Es decir, ¿un camino desde La Unión hacia Corral, de excelente diseño, seguro, con materiales sustentables, de bajo impacto, con fines exclusivos para turismo y transporte menor, ayuda al desarrollo sustentable del territorio en cuestión? Nosotros creemos que sí. Por ejemplo, el sistema de parques nacionales de Estados Unidos, que abarca aproximadamente tres veces más que la superficie de parques en Chile, tiene cerca de 8.000 kilómetros de caminos en su interior, los cuales permiten el acceso y disfrute de 300 millones de personas al año. Este sistema es conocido mundialmente por su excelencia, y la política de acceso es similar, en general, al sistema de parques nacionales en el mundo.

En la actualidad, el principal atractivo del Parque Nacional Alerce Costero es el «Alerce Abuelo», que es un árbol de cerca de 4 metros de diámetro y milenario, y al cual se accede caminando por un sendero de dificultad media luego de llegar al Sector Mirador a través de la ruta T-80. Los otros accesos al parque corresponden a «El Mirador de Chaihuín» que ofrece una vista panorámica del océano Pacífico y a los sectores Catrilelfu y Romaza, que ofrecen cinco senderos de dificultad media para hacer caminatas, ambos accesibles desde la ruta T-720, antes del sector hoy intransitable y polémico en la parte más cordillerana.

El sector más visitado, por lejos, corresponde a El Mirador y en particular al del «Alerce Abuelo» para quienes son capaces de hacer ese sendero. Con este escenario, se está ejerciendo una enorme presión al Parque en un solo sector y la sustentabilidad social y económica son limitadas.

Nuestro llamado es entonces a pensar seriamente en convertir esta polémica en una oportunidad para pensar en el Parque Nacional Alerce Costero como un pulmón para la promoción del desarrollo sustentable en la región, es decir, un parque con buen acceso, distribuido de forma tal que mejore la conservación especialmente de los ecosistemas dominados por alerce y que permita el desarrollo económico de la región y de las comunidades.

[1] Ladera Sur, 2024. Columna de Opinión. Pablo Donoso. Disponible en: Una ruta escénica en el Parque Nacional Alerce Costero: avance al desarrollo sustentable (laderasur.com)