Un capítulo de Medioambiente en la nueva Constitución: medida urgente contra el Cambio Climático y un paso necesario para la protección de los ecosistemas y las personas.
En la actual Constitución se indica que se debe asegurar a todas las personas el derecho a vivir en un medio ambiente libre de contaminación, donde es deber del Estado velar por que este derecho no sea afectado y tutelar la preservación de la naturaleza. En la actualidad sabemos que esto no se cumple a cabalidad, viéndose reflejado en el mapa de conflictos socioambientales de Chile desarrollado por el Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH), en el que se han registrado 116 conflictos, donde en el 78% de ellos se ha vulnerado el derecho de vivir en un ambiente libre de contaminación, en el 46% la imposibilidad de disfrutar la salud física y mental, en el 42% vulnerado el acceso al agua y en el 33% vulnerado el territorio indígena.
Publicado el 13 de diciembre de 2019
Si bien en la Constitución se menciona el derecho a desarrollar cualquier actividad económica que no sea contraria a la moral, también se indica que esto se debe hacer respetando las normas legales que la regulen. Entonces, desde la visión de los defensores del actual modelo, la fragilidad de la institucionalidad ambiental y la existencia de instrumentos como el Código Minero y de Aguas resultan ser muy convenientes para la aprobación de proyectos que promueven la seguridad financiera de algunos, en desmedro del derecho a la seguridad social. Por esta razón, no resulta extraño que se implementen cuestionables proyectos de distintos sectores productivos que se respaldan bajo el alero de una Constitución que menciona más el derecho a la propiedad y concesión que la palabra medioambiente.
La nueva Constitución que regirá a Chile debe garantizar la protección del medio ambiente, ya que su resguardo minimiza la vulnerabilidad de las personas, y eso está directamente relacionado a lo que llamamos vivir con dignidad. En la actualidad, la extracción y destrucción irracional de recursos naturales está atentando directamente a su condición de renovables. Si a esto se suman los efectos del Cambio Climático (aumento significativo de la temperatura, disminución de las precipitaciones y sequía), podemos decir que de seguir con el mismo modelo de desarrollo, no solo se terminará devastando a los ecosistemas, sino que también la calidad de vida de la población ante un incremento de la pobreza, enfermedades y el aumento de migraciones climáticas.
Como Agrupación de Ingenieros Forestales por el Bosque Nativo (AIFBN) creemos que la nueva Constitución debe incorporar un capítulo exclusivo sobre medioambiente y no solo alguno artículos, donde se explicite el uso racional y sustentable de los recursos naturales renovables y no renovables. Este capítulo deberá establecer el marco de acción para contar con una institucionalidad y legislación ambiental acorde para responder el complejo desafío país que nos depara el Cambio Climático. La conservación del medioambiente debe considerar la correcta planificación, el manejo, la gestión y utilización sustentable de los recursos naturales y culturales, promoviendo la participación social consensuada sobre las eventuales intervenciones a los recursos en los diferentes territorios.
En virtud de lo expuesto, hacemos un fuerte llamado a los y las parlamentarios(as), y a los futuros Constituyentes a llevar adelante esta iniciativa, contemplando a las organizaciones ambientales de la sociedad civil como participantes en el proceso constituyente, las que durante años han trabajado para promover la conservación de ecosistemas y recursos naturales, y escasamente han sido consideradas y escuchadas.
Directorio Agrupación de Ingenieros Forestales por el Bosque Nativo
Publicado el 13 de diciembre de 2019