La directora ejecutiva de la Asociación de Ingenieros Forestales por el Bosque Nativo (AIFBN) respondió nuestras consultas y se refirió a la actualidad de la CONAF.
Fuente original: «Naturaleza, Ciencia y sociedad»
La Agrupación de Ingenieros Forestales por el Bosque Nativo (AIFBN) es una de las voces autorizadas para hablar del rubro forestal y de los bosques en Chile. La organización no gubernamental (ONG) sin fines de lucro creada en 1993, reúne a más de 300 socios. Entre ellos destacan distintos profesionales, iniciando con los ingenieros forestales, pero incluyendo a biológos, agrónomos, economistas, abogados y otras personas interesadas en la conservación y el manejo sustentable de los bosques nativos de Chile.
Jennifer Romero, directora ejecutiva de la Asociación de Ingenieros Forestales por el Bosque Nativo, planteó la perspectiva de la organización sobre varios temas en una interesante entrevista con Naturaleza, Ciencia y Sociedad.
En primera instancia, Jennifer se refirió a la Corporación Nacional Forestal (CONAF) y la creación del Servicio Nacional Forestal, en respuesta a los numerosos incendios que azotaron a miles de hectáreas de bosques en el territorio chileno durante el pasado período estival:
“En la actualidad, cuando ya contamos con una Ley de Bosque Nativo, esperamos que se materialice una modificación profunda de ella de modo que sea realmente efectiva en promover la recuperación de nuestros bosques. Creemos que es urgente la creación de este servicio, que sea de carácter público (pues la actual CONAF no lo es) y que tenga una estructura y recursos necesarios acorde a los desafíos actuales, por ejemplo, para enfrentar los incendios forestales no sólo desde la reacción si no desde la prevención, que va mucho más allá de la educación. Esperamos que este nuevo servicio recoja y valore toda la experiencia de CONAF, y pueda gestionar, con suficientes recursos, las áreas protegidas del Estado”, apuntó.
La escasez de información sobre los bosques y la labor de los ingenieros forestales en relación a ésto, fueron otros temas que tratamos con la directora ejecutiva de la AIFBN:
“Aún hay un profundo desconocimiento sobre el estado de nuestros bosques, y de que la forma de conservarlos es mediante su utilización responsable y bajo consideraciones técnicas. Los ingenieros forestales estudiamos para eso; queremos romper el paradigma de que nuestra profesión se dedica a plantar y cortar pinos y eucaliptos”, señaló.
Según Jennifer, debería ampliarse la mirada sobre los bosques nativos:
“Los bosques son complejos, y tienen una importante dimensión social y económica; son parte del paisaje y deben convivir en armonía con otros usos del suelo como parte de un todo. Muchas familias viven en y de los bosques, y toda la sociedad los necesita para asegurar su subsistencia. Los bosques nativos proveen importantes servicios ecosistémicos fundamentales para la vida: descarga permanente de agua limpia, captura de carbono desde la atmósfera, conservación de suelos y fauna y regulación climática. Son el sustento de muchas familias campesinas, generan gran cantidad de empleos y proveen otros bienes además de madera: frutos, hongos, medicinas, hierbas, etc”, subrayó.
Por último abordamos la importancia de educar a los/as niños/as y jóvenes sobre medioambiente, enfatizando en la protección del bosque nativo. Jennifer concluyó en que lo más importante es:
“Entregar mensajes claros y en forma aplicada, acercándolos a las situaciones cotidianas. Si estamos en temporada de incendios, hacer entender la importancia de ellos en la regulación climática y cómo contribuyen a que los incendios sean de menor magnitud; si hay falta de agua, dar a conocer la capacidad de los bosques de captar, almacenar, filtrar y liberar paulatinamente el agua a los cauces; si queremos evitar el plástico y utilizar materiales reciclables o biodegradables como el papel, explicar de dónde viene ese papel, cómo se produce y qué consideraciones deberían tenerse para que dicha industria no genere los impactos negativos que vemos en la actualidad, etc”, finalizó.