Ricardo Rodríguez: de un Gobierno Representativo a la Gobernanza Participativa

Opinión escrita por el socio Ricardo Rodríguez C. para www.bosquenativo.cl

Publicada el 6 de Agosto de 2019

«Se constata por parte del Estado, un lenguaje y actitud equivocados para enfrentar demandas de comunidades»

Ante la situación bastante generalizada de desconfianza a las instituciones y para qué decir del sector político, surge la legítima interrogante en la ciudadanía respecto a “¿qué se vendrá ahora?”.

Un camino a explorar es la conducción compartida, con traslación de los liderazgos e identificación de derechos y obligaciones ejercidos con responsabilidad por los ciudadanos, quienes desde esta óptica actúan desde el respeto al otro como un otro legítimo en convivencia con cada uno de nosotros y que tienen en común el deseo de lograr el bienestar.

Un sistema de regulación de la intervención de los actores sociales, políticos y económicos en la actividad de gobernar y en la definición de las reglas e instrumentos del gobierno respecto de la utilización de los recursos naturales renovables y no renovables en un área geográfica dada, o en otras palabras, un sistema de regulación de la forma de conducirnos como sociedad en esta utilización de la riqueza natural, es la Gobernanza (modificado de Fontaine y Velasco, 2011).

No es un descubrimiento de la pólvora. Es más, la Gobernanza se practicaba en algún momento de la historia reciente de Europa (Francia, Inglaterra) y más antiguamente lo hicieron diversas comunidades indígenas.

La Gobernanza se refiere a los medios y capacidades de acción colectiva mediante las cuales una sociedad define sus metas y prioridades promoviendo la cooperación alrededor de ellas. Esos medios incluyen polí­ticas, leyes, decretos, normas, instrumentos e instituciones. No se refiere solamente al ámbito de lo gubernamental, sino que incluye también arreglos institucionales no formales, como códigos voluntarios de conducta para el sector privado, alianzas entre sectores y espacios para el diálogo y la participación pública en la toma de decisiones. Un elemento esencial de la gobernanza es la movilización de diferentes actores hacia metas comunes respecto a las cuales todos acceden a trabajar[1].

Dos definiciones académicas del término Gobernanza.

 1.- Gobernanza se refiere al proceso por medio del cual los elementos en sociedad ejercen el poder y la autoridad e influyen y promulgan políticas y decisiones que conciernen a la vida pública y al desarrollo económico y social. Gobernanza es una noción mucho más amplia que gobierno. Gobernanza involucra interacciones entre instituciones formales de gobierno y aquellas instituciones formadas en el seno de la sociedad civil. (The Governance Working Group of the International Institute of Administrative Sciences, 1996)[2].

2.- La Gobernanza puede ser vista como el ejercicio de la autoridad económica, política y administrativa para manejar los asuntos de un país en todos los niveles. Comprende los mecanismos, procesos e instituciones a través de los cuales los ciudadanos y actores relevantes de la sociedad articulan sus intereses, ejercen sus derechos legales, enfrentan sus obligaciones y median sus diferencias.  (Governance for Sustainable Human Development: A UNDP Policy Document, 1997)[3].

En el ámbito de la gestión de las riquezas naturales, podríamos definir Gobernanza como “la manera en que interactúan las estructuras (instituciones y organizaciones públicas y privadas), los procesos (instrumentos de gestión) y las tradiciones (cultura y costumbres) de un determinado territorio, interacciones que determinan ulteriormente cómo se ejerce la autoridad en dicho territorio a través de la adopción de decisiones y el asumo de responsabilidades y cómo los ciudadanos y otros actores toman parte en estas decisiones y responsabilidades” (modificado de CONAF, 2015).

Se considera la Gobernanza como una nueva dimensión en el análisis de las riquezas naturales y una forma poderosa de incorporar las consideraciones éticas a las decisiones que en torno a aquellas se tomen.

Por otra parte, “tipos de gobernanza” se emplea para establecer una categorización basada en las Partes facultadas para la gestión y encargadas de ésta; es decir, las Partes sobre las que debería recaer la responsabilidad respecto a la o las categorías de Gobernanza que se establezcan. Esa competencia (atribución o potestad) puede tener su origen en derechos jurídicos o consuetudinarios o en derechos legítimos de otra índole.

 Relación entre Gobernanza y Gobernabilidad                                                                    

En el espacio de la gobernanza, los procesos de concertación y la institucionalización de arreglos dan paso a las políticas públicas como respuesta a las demandas e inquietudes de variados actores sociales. La gobernanza ambiental ha cobrado un importante interés en la literatura de las ONG y los organismos internacionales preocupados por la complejidad de la relación entre la humanidad y el medio ambiente (Bridge y Perreault, 2008).

Desde los organismos de cooperación internacional, el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, se acuñó la idea de “buena gobernanza” asociándola con la transparencia de procesos, el pluralismo, la participación de los ciudadanos en la toma de decisiones, la representación y la rendición de cuentas en una sociedad (USAID, 1998).

“El concepto de gobernanza debe ser asumido como un instrumento analítico para comprender cómo funciona un sistema social y político reflexivo” (Fontaine y Velasco, 2011).

La gobernanza debe evaluarse desde las metas obtenidas por el sistema político en relación con los objetivos sociales propuestos. El sistema de gobernanza debe tener la capacidad de atender los pedidos de la sociedad civil y asumir los conflictos (Salgado, 1999; Saldomando, 2000). La gobernanza se refiere a las estructuras democráticas de un país y las interacciones entre los actores sociales y políticos están referidas a la gobernabilidad (Camou, 2001).

La gobernanza suele definirse por el conjunto de normas y acciones del Gobierno que dan base a la legitimidad del Estado, y la gobernabilidad se define desde la expresión social, las confrontaciones y negociación, la legitimidad de la representación, la intermediación y los acuerdos (Prats, 2003). La relación entre gobernanza y gobernabilidad se la entiende desde el proceso de ajuste del sistema social y político, el mismo que está condicionado por las interacciones entre las demandas de la sociedad y la capacidad del Gobierno para responderlas (Kooiman, 1993b).

Fontaine y Velasco (2011) resaltan que, “cada tipo ideal de gobernanza es el resultado de las interacciones sociales y de los medios por los cuales los actores pueden interpretarlo”. Concluyen definiendo a la gobernabilidad como el proceso de interacciones entre el Estado, la sociedad y los actores económicos y la gobernanza como el modo de regulación de estas interacciones.

10 tips sobre Gobernanza (*)

  1. La gobernanza requiere de canales para generar, conocer y transparentar la información necesaria para definir el problema de los recursos naturales en una localidad dada, comprender sus causas y encontrar soluciones que informen la toma de decisiones de política.
  2. Se necesita un marco integrador que asegure la coherencia de todas aquellas políticas sectoriales que tienen impacto sobre los RRNN.
  3. Es indispensable crear o fortalecer instancias que articulen y coordinen al sector público, privado y de la sociedad civil a procesos de diálogo a largo plazo y organizados a distintos niveles (local, nacional y regional) para definir estrategias comunes, con responsabilidades diferenciadas y con procesos de seguimiento que aseguren una implementación apropiada de la legislación de los RRNN en el territorio.
  4. Las estrategias de lucha contra la ilegalidad tienen más probabilidades de éxito si incluyen incentivos para la conservación de los RRNN y la producción legal de productos derivados de aquellos.
  5. Es necesario enfocar mejor el control de los productos derivados de los RRNN, repartiéndolo a lo largo de la cadena de valor.
  6. Los sistemas de trazabilidad eficientes que generan suficiente confianza entre los diversos actores de la cadena de valor, permiten dirigir los esfuerzos de control hacia los puntos de mayor riesgo.
  7. El monitoreo de RRNN independiente aumenta la confianza de los actores de la cadena de valor en el sistema.
  8. El crimen organizado es una amenaza importante para los esfuerzos de distintos actores (públicos, privado y sociedad civil) para fortalecer la gobernanza.
  9. Es necesario que cada país desarrolle acciones concretas para regular la comercialización de los productos derivados de los RRNN de origen ilegal.
  10. La seguridad jurídica y salvaguardas económicas mejoran la competitividad de los productos derivados de RRNN de los distintos países.

(*) Modificado de: TRAFFIC International, Cambridge, Reino Unido.

(http://flegt.info/wp-content/uploads/2013/02/Gobernanza-Forestal_Final_TO-WEB.pdf)

[1] Gobernanza Ambiental en Bolivia y Perú. Gobernanza en tres dimensiones: de los recursos naturales, la conservación en áreas protegidas y los pueblos indígenas / coordinado por Karen Andrade Mendoza. Quito : FLACSO, Sede Ecuador : UICN, 2011. Pág. 42 -43

[2] https://link.springer.com/chapter/10.1057/9781403905482_2

[3] http://ec.europa.eu/translation/bulletins/puntoycoma/65/index.htm

BIBLIOGRAFÍA

1.- Bridge, Gavin y Tom Perreault (2008). “Environmental Governance”. En A Companion to Environmental Geography, N. Castree, D. Demeritt, D. Liverman y B. Rhoads (Eds.): 475-498. New York: Wiley-Blackwell.

2.- Camou, Antonio (2001). “Estudio preliminar”. En Los desafíos de la gobernabilidad, Antonio Camou (Ed.): 15-58. México: FLACSO-Plaza y Valdés.

3.- Colaboraciones: http://ec.europa.eu/translation/bulletins/puntoycoma/65/index.htm

4.- CONAF (Diciembre 2015). Directrices para el seguimiento y operación de los mecanismos de gobernanza sustentable en el Sistema Nacional de Áreas Silvestres Protegidas del Estado (SNASPE). Convenio de Función Directiva. Santiago, Chile. 51 p.

5.- Fontaine, Guillaume y Velasco, Susan (2011). La conceptualización de la gobernanza: de lo descriptivo a lo analítico. En: Gobernanza en tres dimensiones: de los recursos naturales, la conservación en áreas protegidas y los pueblos indígenas. Coordinado por Karen Andrade Mendoza. Quito: FLACSO, Sede Ecuador. UICN, 198 p.

6.- Gobernanza Ambiental en Bolivia y Perú. Gobernanza en tres dimensiones: de los recursos naturales, la conservación en áreas protegidas y los pueblos indígenas / coordinado por Karen Andrade Mendoza. Quito : FLACSO, Sede Ecuador : UICN, 2011.

7.- Graham, J; Amos, B; Plumptre, T. 2003. Principles for Good Governance in the 21st Century. Policy Brief N° 15. Institute On Governance. Ottawa, Canada. 6p.

8.- Kooiman, Jan (1993). “Governance and Governability: “Using Complexity, Dynamics and Diversity”. En Modern Governance: New Government-Society Interactions, J. Kooiman (Ed.): 35-48. Londres: Sage.

9.- Prats, Joan Oriol (2003). “El concepto y el análisis de la gobernabilidad”. Instituciones y Desarrollo: 14-15. Barcelona: IIG.

10.- Saldomando, Ángel (2000), “Medir la gobernabilidad. ¿Quimera o instrumento de trabajo?” En: Documentos del IIG, pp. 117.

11.- Salgado, Germánico (1999): “Introducción”. En La ruta de la gobernabilidad, F. Pachano (Ed.): 1-22. Quito: CORDES,CIPIE.

12.-  USAID (United States Agency for International Development) (1998). “Democracy and governance: a conceptual framework”. New York: USAID. Disponible [25/08/11] en: http://www.info.usaid.gov/democracy/techpubs/cframe/cframe.pdf.

 

Publicado el 6 de agosto de 2019