Publicada el 11 de agosto de 2021
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El reciente informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), es categórico en catalogar las consecuencias del Cambio Climático como sin precedentes e irreversibles. Son más de 230 científicos de todo el mundo que concuerdan en que en este cambio global la responsabilidad del ser humano ha tenido un papel innegable, llevando a un aumento de la temperatura global en los últimos milenios. Este aumento de temperatura implica eventos meteorológicos extremos y con mayor frecuencia, como ya hemos visto: voraces incendios forestales, ausencia o exceso de precipitaciones, olas de calor y de frío, fuertes tormentas y otros desastres naturales. Por cada grado que aumenta la temperatura global, podría aumentar en 7% las precipitaciones en el mundo, lo que agudizaría la ocurrencia de estas catástrofes.
Desde la ONU llaman a tomar de manera urgente medidas frente a lo que catalogan como “Código Rojo”. Desde nuestra organización adherimos a la solicitud de la Mesa Ciudadana de Cambio Climático para que en Chile se declare Estado de Emergencia Climática Permanente. Llamamos a los responsables del poder legislativo y ejecutivo a poner suma urgencia a la tramitación y promulgación de la Ley Marco de Cambio Climático (incluyendo las observaciones y mejoras que se le han hecho en el transcurso), e iniciar un proceso de revisión y mejora de la legislación relativa al manejo, conservación y restauración de los recursos naturales, para adelantar los compromisos y cumplir las metas de la Contribución Determinada a Nivel Nacional (NDC) de Chile, en cuanto a reducción y captura de gases de efecto invernadero.
Los bosques nativos, el suelo y los océanos son sumideros naturales de carbono. Estamos al debe en la generación de políticas e instrumentos públicos para protección de estos ecosistemas. La Ley de Bosque Nativo no ha sido efectiva en proteger estos ecosistemas vegetacionales, y aún no se valora suficientemente la gran capacidad de los bosques nativos y otros ecosistemas naturales de absorber y almacenar carbono, además de mantener la regulación macro y microclimática, sostener los suelos y almacenar y liberar agua, albergar la diversidad biológica y proporcionar alimentos, medicina y energía, en particular para las poblaciones locales. Por el contrario, se sigue profundizando el paradigma de la forestación con especies de rápido crecimiento, sobre todo de especies exóticas, como solución para almacenar carbono, cuando son altamente consumidoras de agua y cuya gestión y explotación a tala rasa en grandes extensiones genera impactos sociales, culturales y ambientales de gran magnitud. Necesitamos con urgencia un cambio de modelo social, ambiental, cultural y económico, basado en criterios de respeto a la naturaleza y todos sus componentes, incluido el ser humano, que priorice el mínimo consumo para generar la mayor cantidad posible de productos bajo estrictos sistemas de producción sustentable.
Con este propósito, hacemos un llamado también a todas las personas, a reflexionar y comprometerse a aplicar y promover una relación de respeto y proyección con su entorno, el ambiente y los recursos naturales.
“Las decisiones que tomemos hoy permitirán, o no, que la sociedad del futuro también disfrute de este ecosistema”
Agrupación de Ingenieros Forestales por el Bosque Nativo
