El año 2003 se creó un grupo de trabajo permanente de organizaciones públicas y de la sociedad civil, liderado por la ONG Forestales por el Bosque Nativo (AIFBN), sobre la problemática de la leña en Temuco y Valdivia, para crear el “Sistema Nacional de Certificación de Leña (SNCL)”. El 2004 se puso en práctica un proyecto piloto en Valdivia; en los años 2004 y 2005 se crean los estándares del SNCL con más de 100 participantes, para el año 2006 crear el Consejo Nacional de Certificación de Leña (CONACEL) con entidades públicas y Organizaciones No Gubernamentales en 6 regiones de Chile (Maule, Biobío, Araucanía, Los Ríos, Los Lagos y Aysén).
Luego, vino el proyecto «Leña, energía renovable para la conservación del los bosque nativos del sur de Chile» (2007-2011), iniciativa financiada por la Unión Europea (EU). En el año 2009 se creó la Corporación Nacional de Certificación de Leña, la cual coordina a nivel nacional al CONACEL, mientras que a nivel local, en cada provincia o región, se articulan consejos locales de certificación (COCEL).
El SNCL fue una iniciativa sin fines de lucro de carácter voluntario, que fijó un estándar de “CALIDAD” y “ORIGEN” para la comercialización de la leña, basándose en cuatro principios básicos: la conservación del bosque nativo, cumplimiento de la ley, tanto laboral como forestal, descontaminación del aire y derechos del consumidor. Esto, con el objetivo de disminuir el deterioro de los bosques y la contaminación atmosférica en las ciudades producto de su mal uso. A través de esta Certificación se creó un mercado más formal, diferenciado, que agrega valor al producto y que mejora la rentabilidad del manejo forestal.
Este sistema certificó al comerciante, es decir a la persona (no al producto). Por esta razón no fue necesario mantener una cadena de custodia de la leña comercializada. El comerciante que postuló a la certificación debía demostrar el cumplimiento del estándar de certificación que se describe a continuación. El estándar de certificación está compuesto por 4 principios, 13 criterios y 33 indicadores, los cuales son verificados a través de documentos, mediciones, registros, entre otros medios de prueba.
Este Sistema fue «absorbido» por la Agencia de Sostenibilidad Energética, y en junio de 2020 se firmó un acuerdo entre el SNCL y la Agencia de Sostenibilidad Energética del Ministerio de Energía, para brindar apoyo técnico en el proceso de implementación del “Sello de Calidad de Leña”, aportando nuestra experiencia y aprendizajes logrados en todos estos años. El proceso contempla el nacimiento de un nuevo “Sello Estatal”, siendo los primeros comerciantes acreditados por el Sello Estatal aquellos que poseen nuestro sello de certificación (SNCL). Esto representa para el SNCL la concreción de su principal objetivo fundacional: “Que el Estado tome su experiencia, la reconozca e implemente como parte de una política pública”.
En resumen, el SNCL dejó de operar y la estructura del sistema pasó a ser administrada por el Ministerio de Energía, que mantuvo su calidad de certificados a quienes ya contaban con el sello, y que dio continuidad a todo lo realizado en estos años, ideado e implementado con mucho ímpetu desde la sociedad civil.
